De cuando suena en la radio deseas abrir la ventana para que entre la brisa. O "dejar que se lo lleve el viento", en palabras de la propia canción, el primer sencillo del 25.º álbum de Djavan que simplemente se llamará "D".

"D" de Djavan pero, quién sabe, del día de esa tarde de la que habla la canción, en que "Nunca tal esplendor/Se hizo notar/Con tanta resolución/Ven que el índigo del amor/Y la sangre de la pasión/Van a presumir/Usando todo color".

Colores fuertes e inusuales, índigo, sangre... De hecho, "todo color", la marca del clip que ya sale con la canción, dirigido por Giovanni Bianco, diseñador brasileño de presencia internacional (trabajó, por ejemplo, con Madonna), director creativo de este nuevo proyecto de Djavan y que pone a bailar al cantante, un talento que solo suele revelar en el escenario.

Ahora que sabemos, antes de nada, qué es "Num mundo de paz", vamos a ver qué es también "Num mundo de paz": una canción densa, con la marca de las melodías y armonías bien construidas de Djavan. Y una letra que refleja el momento actual, en el que, como todos, está cansado de la guerra, de la pandemia, de la constante crisis política que marcaron los últimos años, de hecho, temas anunciados por las canciones preocupadas, calientes y algunas incluso sombrías de "Vesúvio", el disco anterior de Djavan lanzado en 2018.

Nuevamente sintonizada con su tiempo, la nueva canción convoca a una especie de renacimiento, un nuevo comienzo: "Y evaluando el entorno/De las cosas/Abstraer/Lo que solo nos hace perder/Para que puedas mirarme/Y querer todo de nuevo/Y contar con lo que vas a tener/Y en la sal de un nuevo beso/Tener motivo para vivir". O, en un simple verso, de canción pop: "Reanudar lo que fue bueno", vislumbrar un nuevo tiempo; cambiar.

Totalmente autoral, como 24 de sus 25 álbumes, "D" va a aportar la riqueza y la diversidad de la obra de Djavan. La formación instrumental de "Num mundo de paz" ya lo anuncia: en la cocina rítmica, mezcla –por ejemplo– la batería técnica, perfecta, de Felipe Alves, de la banda de "Vesúvio", con el bajo más creativo y cadenciado de Marcelo Mariano, quien acompañó a Djavan por más de 20 años. De la misma época, Djavan convocó al argentino-brasileño Torcuato Mariano en la guitarra, que hace la introducción y los solos.

Además del fiel escudero Paulo Calasans en el teclado –y asistente de Djavan en la producción musical– otros antiguos compañeros de banda conforman la familia de vientos que interpreta el propio arreglo del compositor: Marcelo Martins en el saxofón tenor; Jesse Sadoc en la trompeta; mientras que el trombonista Rafael Rocha debuta con la familia de vientos de Djavan.

El lanzamiento del álbum completo está programado para el 11 de agosto.

Hasta entonces, dudo que salga de la cabeza, del streaming, de donde sea, el estribillo de la canción pop a la vez tan ligera y necesaria: "Y el amor se encarga de todo/Y que volvamos a reírnos de todo/Y que la vida sea larga y todo/En un mundo en paz".