Cultura
LA ORQUESTA INFANTO JUVENIL SE REINVENTA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
El programa social de la Orquesta Municipal Infanto Juvenil, que lleva a cabo la SecretarÃa de Cultura, es una de las tantas actividades y propuestas que continúan en desarrollo durante el aislamiento preventivo.
De manera remota, haciendo uso de todas las herramientas disponibles, las clases con las y los docentes de los diferentes instrumentos musicales continúan y una gran cantidad de chicos y chicas de los barrios de General Pueyrredon practican desde sus casas e interactúan con sus compañeros.
Cabe recordar que esta iniciativa tiene por objeto promover espacios de inclusión y participación destinados a niños, niñas y adolescentes de entre 6 y 18 años y se inscribe en un movimiento internacional que propone fomentar la música como medio para la transformación social.
El director de la Orquesta de Mar del Plata – Batán, Maestro Claudio Corradini, explicó que, en este contexto en el que es preciso mantener el distanciamiento social y que están suspendidas las clases presenciales, el equipo docente que coordina encontró diferentes formas de continuar con su labor, manteniendo el contacto con las y los chicos con la excusa de practicar con sus instrumentos, buscando estrechar los vínculos de lo que llama “orquestas-estudiantes-familias”.
“Como todo el mundo, tuvimos que adaptarnos a la utilización de la virtualidad como forma de estar conectados con los chicos y chicas y sus familias -explica Corradini-. La manera la descubrimos día tras día, a partir de muestras de ejemplos instrumentales de parte de los y las profesoras, envíos de trabajos a través de plataformas virtuales y, ahora también, con tutoriales. Así fuimos abarcando cada tema que tocamos en la Orquesta, desde todas las posibilidades rítmicas, melódicas instrumentales, las orquestaciones, cómo abordamos los ensayos, etc.”
En este punto, el director destaca que la principal dificultad que encontraron es la conectividad, puesto que el programa está destinado a personas en situación de vulnerabilidad. Antes de que se dictaminara el aislamiento social, preventivo y obligatorio, las clases se daban en Gloria de la Peregrina y los polideportivos de los barrios Las Heras y Libertad. En esas zonas, el acceso a tecnologías de información y telecomunicaciones es dispar, pero además fue necesario coordinar y tener en cuenta otros elementos.
Corradini cuenta que, de esta manera, hubo que trabajar para “evitar la superposición de tareas con las escuelas, consensuar con las familias para que los chicos pudieran tomar la clase sin disturbar ni ser disturbados por el movimiento propio de su casas; e, incluso, cuestiones bien puntuales como es tratar de que los chicos iniciales que tocan instrumentos de cuerdas afinen cada uno su instrumento. Esa es una tarea que siempre la realiza, en un principio, el docente a cargo. Se hace complejo”.
Asimismo, el propio desarrollo de las actividades y las posibilidades de interacción virtual condicionan la propia dinámica del grupo y es por ello que no se realizan ensayos. Sin embargo, el director musical subraya: “Tratamos de reemplazarlos con realizaciones de videos de obras que ya hicimos en la orquesta, para que, a partir de un protocolo, cada uno toque su parte. Es muy trabajoso, pero hay que intentarlo”.
En cuanto a los desafíos que avizora una vez superada esta fase, Corradini explica que se hace primordial la adaptación a las nuevas formas, articulando lo virtual a lo presencial. “Va a haber que atender a la nueva realidad social que va a dejar esta pandemia. Serán hiper necesarios estos programas de contención, más que antes; así como también políticas sociales que deben renovar su visión. El mundo cambió en 5 minutos, nos encontró a todos de golpe y haciendo equilibrio y es difícil de asimilar. Por eso hay que estar muy cerca de los chicos, cada vez más, en cada sede. Y utilizando la ciencia de la paz, la paciencia y tolerancia, como nunca. Los que formamos el plantel de la Orquesta Municipal Infanto Juvenil, todos, director, docentes, administrativos somos referentes importantes en sus vidas, y eso implica un gran compromiso”, concluye.