Teatro
´´OLVIDATE DEL MATADERO´´ LLEGA MAR DEL PLATA
Desde el 10 de enero, durante todos los martes de Enero a las 21hs, se presentará la exquisita pieza artística “Olvidate del matadero”, interpelación poética, ideológica y teatral de “El matadero” de Esteban Echeverría.
En el escenario de la Sala Nachman del Teatro Auditorium, conoceremos a Misky, el hijo de una criada de don Esteban, un ser inocente, despojado de maldad, tiene una extraña compulsión a la lectura sin entender mucho de lo que lee. Se topa con el cuento, lo lee sin permiso y el patrón lo obliga a olvidarlo.
Esto enciende un conflicto que tiende a resolverse recordando esa jornada desde su propia vivencia, desarrolla su ficción con una clara intención política, construyendo un mundo de barbarie, donde se confunden las personas con los animales como síntesis de su visión del gobierno de Rosas.
La acción se desarrolla en el año 1840 antes que Echeverría emprenda su exilio en Montevideo, un año después de esa jornada en el matadero, a casi dos años de la muerte de Encarnación Ezcurra, en un momento de máximo poder del gobierno de Rosas, de muchos enfrentamientos y por lo tanto de mucho peligro para quién estuviera en su contra. Por ese motivo, que Misky haya leído el escrito de El Matadero representa un peligro concreto para don Esteban y al enterarse le ordena que se olvide lo que leyó bajo amenaza de hacerlo meter preso en Montevideo.
Esto enciende el conflicto que pone en marcha la acción. Misky debe olvidarse lo que leyó y para eso recuerda su propia experiencia. Allí se produce el cruce de visiones completamente diferentes. A la ciudad infectada de olores nauseabundos, le damos una Buenos Aires en una celebración de ensueño.
En nuestra ficción incluimos un personaje que simboliza la otra posición política de la época, Lucio Mansilla, el autor de “Una excursión a los indios Ranqueles”, sobrino de Rosas, y aparece como un amigo de Misky con la edad de 9 o 10 años ya con una capacidad de ver la realidad muy aguda y definida.
El contrapunto de lo escrito por Echeverría y lo vivido por Misky brinda también la posibilidad de introducir el humor como contrapartida a la violencia del cuento. El espectro conceptual que aborda una relación salvaje con la literatura mediante la compulsión de Misky a la lectura sin comprender lo que lee, convive con la forma elegida para trasmitir la peripecia a través de un marco poético en versos libres irregulares. Este vínculo crea un conflicto con la literatura, el lector compulsivo con capacidades diferentes se transforma en autor. Esta relación revela un concepto más en la línea dramática y es la dialéctica entender y no entender, abriendo un conflicto existencial en nuestro protagonista.